domingo, 30 de noviembre de 2008

cuento

El espejo de Amairany
Amairany era una pequeña niña que tenía una familia como cualquier otra, su padre y su madre lo eran todo para ella, con seis años de edad Amairany y su madre se quedaban solas en su casa mientras su padre se iba atrabajar por semanas, ellas vivían en una región muy pobre de la lejana india, no tenían mucha comunicación con el mundo exterior porque casi nunca salían de casa y el lugar donde vivían estaba muy alejado de la ciudadanía, además de que Amairany no iba a la secuela.
Un día en que el padre de Amairany llego de un largo viaje le trajo a su esposa un espejo de recuerdo del lugar a donde había ido, la señora se asusto mucho, pues nunca en su vida había visto algo semejante, y le impresiono ver lo que había dentro de él. Su esposo al ver la impresión que su esposa se había llevado le aclaro todo y le dijo que se trataba de su reflejo, que lo que lo se encontraba dentro del espejo era ella y que cuando quisiera ver su aspecto solo mirara dentro de él.
Unos meses después la madre de Amairany enfermo de gravedad y estuvo en cama por semanas, unas horas antes de morir la señora llamo a su hija y se despidió de ella, le tomo la mano y le dijo que ella desde el cielo siempre la estaría cuidando y que cuando la quisiera verla solo tendría que mirar el espejo y allí estaría para escucharla. La muerte de su madre para Amairany y para su padre fue muy dolorosa, pero a pesar de todo ella nunca se sintió sola porque siempre por las noches miraba el espejo y allí estaba su madre.
El padre de Amairany después de algunos años se volvió a casar y ahora ella tenía una madrastra y una media hermana, hija de la señora que ahora pretendía ocupar el lugar que dejo su madre.
Días después de que su madrastra se mudara a su casa junto con su hija, Amairany no se mostro muy feliz, pues no quería que nadie ocupara el lugar de la mujer que le dio la vida, además de que no se llevaba nada bien con su ahora hermanastra.
Una noche la hermanastra de Amairany la vio hablando con el espejo y muy asustada pensó que tal vez ella le hacia brujería para que ella y su madre se fueran de la casa, por lo que de inmediato fue y le conto a su mama lo ocurrido y desde luego la señora se lo dijo a su esposo, el señor confiaba mucho en su ahora esposa pero a pesar de eso no creyó lo contado pero para tranquilidad de su esposa fue con Amairany y en efecto la encontró hablando con el espejo, al principio se molesto y le grito porque creyó verdadero lo dicho, pero luego Amairany le dijo que su madre se lo había dado para que nunca se olvidara de ella y para que siempre estuviera allí para escucharla. Su padre no comprendía pero después de pensar las palabras de su hija encontró la verdadera razón por la cual su hija hablaba con el espejo, y esa era que Amairany y su madre eran como dos gotas de agua, por lo cual ella siempre pensó que quien estaba dentro del espejo era el rostro de su madre cuando en realidad era el de ella, desde entonces Amairany supo la verdad pero en vez de llevarse una desilusión por llevar años hablando con el espejo estuvo feliz porque se parecía a su madre y porque ella antes de morir supo porque lo hacia, ya que no quería que su entonces pequeña hija estuviera sola y prefirió no dejar morir dentro de ella esa ilusión de que siempre estaría junto a su madre.
En lo que respecta a su madrastra, ella junto con su hija pidieron disculpas y desde entonces las cosas marcharon mejor, formaron una familia y junto con el recuerdo de su madre ella y su padre fueron muy felices.
FIN

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